La Conferencia Episcopal Italiana (CEI) respaldó la propuesta del Ministro de Sanidad, Francesco Storace, para permitir que voluntarios pro-vida colaboren en los consultorios de planificación familiar e intenten disuadir a las mujeres que deciden abortar.
La propuesta de Storace fue respaldada por el Vicario de Roma y Presidente de la CEI, Cardenal Camillo Ruini, quien recordó la labor de los voluntarios del Movimiento por la Vida que “ha evitado 70 mil abortos en los últimos 30 años, sobre todo entre inmigrantes”, ofreciendo acompañamiento a las mujeres embarazadas.
Entre tanto, el diario oficial del Vaticano, L’Osservatore Romano, sostuvo que “se ha realizado una incorrecta aplicación de la ley 194”, que legalizó el aborto en 1978, porque “en realidad ésta debería tener como objetivo la prevención del mismo".