La Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE) emitió un comunicado ayer por la mañana en el que expresó su enérgica condena a la aprobación de algunos artículos de la nueva ley de salud que promueven la potencialmente abortiva píldora del día siguiente y el aborto, y que impiden también la objeción de conciencia del personal sanitario que se niegue a realizar esta práctica.
En rueda de prensa el Obispo de Machala y Presidente de la CEE, Mons. Néstor Herrera, dio lectura al documento en el que los prelados denuncian "con toda energía el intento de sobreponer un mandato estatal a la protección de la vida, a los derechos de los padres de educar a sus hijos según sus propias convicciones y a la conciencia de los médicos y de sus ayudantes y los servicios de salud pública y privada a interrumpir el embarazo".
"Llamamos urgentemente la atención sobre el artículo 30, aprobado por el Congreso Nacional en la discusión de la ley orgánica sobre la salud. Allí se obliga a 'los servicios de salud pública y privada' a 'interrumpir el embarazo' (o sea, abortar), en algunos casos. En efecto, sea cual fuere la circunstancia invocada, provocar un aborto equivale a eliminar la vida de un inocente, vida distinta de su padre y de su madre desde el momento de la concepción", prosiguen los prelados.