Ayer 8 de diciembre, Solemnidad de la Inmaculada Concepción, entró en vigor la reforma del proceso de nulidad matrimonial que aprobó el pasado mes de septiembre el Papa Francisco. Se trata de uno de los gestos queridos por el Pontífice con motivo del Jubileo de la Misericordia que inició ayer y que se extenderá hasta el próximo 20 de noviembre de 2016.
Entre lo más destacable de la reforma se encuentra una mayor participación de los obispos, así como mayor brevedad para la resolución de los casos y la declaración de la gratuidad de los mismos.
El nuevo proceso que ha comenzado ya a funcionar en todas las diócesis busca por tanto mejorar el sistema de declaración de nulidad "por la salvación de las almas" mientras se reafirma la enseñanza católica de la indisolubilidad del matrimonio.