Una hostia consagrada fue encontrada intacta tras la explosión de un edificio de la parroquia de la Virgen de la Paloma, en la calle Toledo del centro de Madrid (España).
La explosión del 20 de enero, causada por una fuga de gas, destruyó cuatro plantas del edificio donde vivían sacerdotes, afectando también a la residencia de ancianos Los Nogales, gestionada por la parroquia, y al vecino Colegio de La Salle.
El joven sacerdote Rubén Pérez Ayala falleció a causa de la explosión.