Durante la celebración de las Vísperas la Catedral de San Patricio de Nueva York en Estados Unidos y en medio de un profundo espíritu de oración el Papa Francisco invitó a los sacerdotes, religiosos y religiosas a vivir su vocación con alegría, rechazar la espiritualidad mundana, evitar que se apague el espíritu de generosidad y reconoció los sacrificios cotidianos que realizan en los diversos campos de su apostolado.
El Papa se desplazó en el papamóvil por la Quinta Avenida acompañado por una gran cantidad de vehículos de seguridad, recibido por miles en las calles y por las campanas de la Catedral donde lo esperaban el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, y otras autoridades locales.
Al llegar al templo y en su recorrido hacia al altar saludó con un beso a un joven y luego a una niña afroamericana en silla de ruedas que lloró emocionada por su breve encuentro con el Santo Padre.