El Arzobispo de Sarajevo, Cardenal Vinko Puljic, denunció que en Bosnia y Herzegovina existe un "éxodo escondido" de cristianos debido a la difícil situación política, económica y social.
Bosnia-Herzegovina sufrió a inicios de la década de 1990 la cruenta guerra que desmembró la entonces Yugoslavia, acabó con más de 97 mil vidas y ocasionó cerca de dos millones de desplazados.
El motivo de los enfrentamientos fue principalmente étnico y religioso, entre bosnios (musulmanes), serbios (cristianos ortodoxos) y croatas (católicos). A pesar de que la violencia disminuyó tras el tratado de paz firmado en 1995, aún prevalecen las tensiones y divisiones. El país también atraviesa por una difícil situación económica.