En la conferencia de prensa realizada en el avión en el que volvió a Roma tras su primer e histórico viaje a África, el Papa Francisco recordó que el primero en denunciar la corrupción en la Iglesia fue el Papa Emérito Benedicto XVI, cuando todavía era Cardenal Joseph Ratzinger.
Francisco recordó que el Viernes Santo del año 2005, "trece días antes de la muerte de San Juan Pablo II, el entonces Cardenal Ratzinger que guiaba el Vía Crucis habló de la suciedad de la Iglesia. Él la denunció primero. Luego muere el Papa San Juan Pablo. Y (Ratzinger) se convierte en Papa (…) Desde aquel momento es que hay en el Vaticano quien habla sobre la corrupción".
En efecto, en la meditación de la novena estación del Vía Crucis de marzo de 2005, el Cardenal Ratzinger exclamó: "¡Cuánta suciedad en la Iglesia y entre los que, por su sacerdocio, deberían estar completamente entregados a él!