16 de enero de 2018 / 06:38 PM
Luego del encuentro con los sacerdotes y la vida consagrada, y con los obispos de Chile, el Papa Francisco se dirigió hacia el Santuario San Alberto Hurtado, en Santiago, para rezar ante la tumba del santo chileno, reunirse con la comunidad jesuita y con algunos beneficiarios de las obras sociales ligadas.
El Santo Padre ingresó en un vehículo cerrado hasta la tumba de San Alberto Hurtado, una cripta de roca donde descansan los restos del santo jesuita.
En ese lugar también se reunió en privado con la comunidad jesuita en Chile durante unos treinta minutos.