"Aquí, Jesús recibe a pecadores y los invita a su mesa". Esa frase, procedente del Evangelio de San Lucas, es la que el Papa Francisco propuso, este domingo 15 de septiembre durante el rezo del Ángelus en el Vaticano, colocar en la entrada de las iglesias para recordar el sentido del mensaje evangélico.
El Santo Padre explicó en su enseñanza que Jesús convierte las críticas que recibía por parte de algunos contemporáneos suyos en anuncios evangélicos. Como ejemplo, citó el episodio del Evangelio de este domingo en el que se narra cómo le criticaban por ir en compañía de publicanos y pecadores.
La frase despectiva que le dedican, "este acoge a pecadores y come con ellos", se convierte en "un anuncio maravilloso". "Jesús acoge a los pecadores y come con ellos". Eso mismo es lo que hace con nosotros en cada Misa, en cada iglesia: Jesús está contento de recibirnos a su mesa, donde se ofrece a sí mismo por nosotros".