En su mensaje para la Jornada Mundial de la Alimentación, el Papa Benedicto XVI hizo un enérgico llamado para trabajar incansablemente para liberar "del yugo del hambre" a quienes lo padecen porque así se respeta el fundamental derecho a la vida de toda persona.
En el texto enviado hoy al Director de la FAO, Jacques Diouf, el Papa recuerda que "las imágenes dolorosas de las numerosas víctimas del hambre en el Cuerno de África han quedado grabadas en nuestros ojos, y cada día se añade un capítulo más de la que es una de las catástrofes humanitarias más graves de los últimos decenios".
Ciertamente, prosigue, "ante la muerte de comunidades enteras a causa del hambre y al abandono forzado de sus tierras de origen, es esencial la ayuda inmediata, pero se necesita también intervenir a medio y largo plazo para que la actividad internacional no se limite a responder solamente a las emergencias".