El Papa Francisco pidió que se contrarreste "esa cultura del desecho tan dañina, que margina a los ancianos al considerarlos improductivos". Señaló que "las instituciones y realidades sociales aún pueden hacer mucho para ayudar a las personas mayores, para aprovechar al máximo sus capacidades, para facilitar su participación activa, en especial para asegurar que su dignidad personal siempre sea respetada y apreciada".
En la audiencia concedida a la Federación de Adultos de Italia "FederAnziani", y a la Asociación Nacional de Trabajadores Ancianos con motivo de la fiesta de los abuelos, el Santo Padre destacó el importante papel de los ancianos, y las personas mayores en general, en nuestra sociedad.
"No son pocos los ancianos que invierten generosamente su tiempo y el talento que Dios les ha concedido en ayudar y sostener a otros. Pienso en tantos que ofrecen su disponibilidad a las parroquias en un servicio precioso", señaló.