En un gesto de solidaridad y portando un mensaje de esperanza cristiana, el Papa Benedicto XVI visitó esta mañana el hospital de San Juan Bautista, especializado en terapias de neuro-rehabilitación y cuidado de personas con lesiones cerebrales, resaltando que los hospitales pueden convertirse en “lugares privilegiados donde se testimonia el amor cristiano que alimenta la esperanza”.
En este centro de salud de la Soberana Orden Militar de Malta, el Santo Padre presidió la Misa del Primer Domingo de Adviento para más de 350 feligreses, decenas de enfermos, junto a sus familiares, médicos, enfermeros y autoridades.
En su homilía, el Pontífice señaló que este tiempo litúrgico es un “tiempo de espera”, “tiempo de esperanza”, esperanza cristiana a la que ha dedicado su segunda Encíclica Spe Salvi.