El Papa Francisco recibió un ejemplar de la película "Un Dios prohibido", el largometraje dirigido por Pablo Moreno que recuerda la valerosa historia del martirio de 51 beatos claretianos asesinados por odio a la fe en Barbastro (España), durante la Guerra Civil Española.

El filme relata la historia de 60 religiosos de la Comunidad Claretiana a los que exigieron negar a Dios para salvar sus vidas y cómo 51 de ellos morirán de la manera menos esperada, perdonando a sus verdugos y felices por ser fieles a Cristo hasta la muerte.

Pablo Moreno entregó al Papa el largometraje y también lo presentó el martes 21 de mayo al público italiano en el cine Farnese de Roma. Se dieron cita para la ocasión un gran número de personalidades como el Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Cardenal Antonio Cañizares Llovera, y el Arcipreste de la Basílica de Santa María la Mayor, Cardenal Santos Abril y Castelló, nacido en Aragón, la misma región de los mártires.

"Queríamos contar una historia sobre el amor. No nos interesaba tanto quién aprieta el gatillo, o quién es el verdugo, sino por qué 51 jóvenes, chavales de 20 años, dan su vida por un ideal, y al final se entiende todo desde esa perspectiva, desde el amor y desde el perdón", explicó Moreno en una entrevista concedida en Roma a ACI Prensa.

Moreno profesa la religión católica y señala que dirigir esta película le ha calado hondo. "El testimonio de estos jóvenes es increíble, es inevitable ponerse en su piel, y pensar que ahora mismo por nuestras ideas podrían matarnos es impensable. Si ahora mismo nos prohíben a Dios, o nuestra ideología, o una parte esencial de nuestra personalidad, ¿cómo reaccionaríamos, cómo podríamos enfrentar la vida? ¿Seríamos capaces de ir contra el sistema establecido? ¿O haríamos apostasía de nuestras ideas para salvar la vida?".

"Hay una gran controversia cuando se tocan estos temas. Muchos pueden hacer verdad de una mentira y viceversa, todo está desde el punto de vista con que se mire. Nosotros no queremos que este tema se politice, ni se convierta en un arma arrojadiza ni para gente de una opinión ni de otra".

"Nos centramos sobre todo en que no hay que obviar en contexto histórico en el que estamos. Tampoco se trata de hacer política ni demagogia, creemos que la historia de los mártires está por encima. Ellos perdonaron a sus verdugos", y "quienes vean la película podrán asistir a un testimonio de fe, algo intangible, algo abstracto", subrayó.

En el reparto de la película destacan Elena Furiase y Jacobo Muñoz, quien interpreta a Eugenio Sopena, el personaje favorito del director.

"Sopena es el tipo que está al otro lado, es el jefe del comité antifascista de Barbastro (CNT). Es un Poncio Pilato, tiene en mano la posibilidad de salvarlos o la posibilidad de condenarlos, y aunque sus intenciones son buenas… pierde toda su integridad en el momento en el que no es capaz de parar la barbarie".

El largometraje también llegará a América Latina y viajará a Brasil como parte de las proyecciones que acompañarán la Jornada Mundial de la Juventud de Río de Janeiro el próximo julio.