En aquellas situaciones en que el fiel cristiano siente decaer su vida interior, pierde la capacidad de rezar, o convierta la oración en una rutina vacía, el Papa Francisco sugiere recurrir al Espíritu Santo: "Llamad al Espíritu, continuamente, para que esté presente en nuestra vida".
Durante la Audiencia General presidida este miércoles 17 de marzo en el Palacio Apostólico del Vaticano, el Santo Padre explicó que "muchas veces sucede que no rezamos, que no tenemos ganas de rezar, o no sabemos, o rezamos como papagayos, con la boca, pero con el corazón alejado".
"Ese es el momento de decirle al Espíritu: 'Ven, ven Espíritu Santo, calienta mi corazón. Ven. Enséñame a rezar. Enséñame a mirar al Padre, a mirar al Hijo. Enséñame cómo es el camino de la fe. Enséñame cómo amar. Y, sobre todo, enséñame a tener una actitud de esperanza'".