En respuesta a la pregunta de una periodista que le acompaña en el avión que lo lleva a Chile y Perú, el Papa Francisco expresó su temor a una guerra nuclear que podría precipitarse de forma inesperada, y renovó su compromiso con el desarme nuclear.
Instantes después de despegar rumbo a Chile y Perú, en su 22 viaje apostólico, el Santo Padre distribuyó entre los 70 periodistas que le acompañan la fotografía de un niño que sobrevivió a la explosión de la bomba atómica en Nagasaki, Japón, en el año 1945, pero que sobre su espalda lleva el cuerpo de su hermanito muerto.
La fotografía aparece acompañada de la frase "…el fruto de la guerra" y la firma del Pontífice. En el texto explicativo de la imagen se señala que se trata de "un niño que espera su turno en el crematorio para su hermano muerto en su espalda. Es la foto que tomó un fotógrafo americano, Joseph Roger O'Donnell, después del bombardeo atómico en Nagasaki. La tristeza del niño sólo se expresa en sus labios mordidos y rezumados de sangre".