"Al recibir la triste noticia de los repetidos actos de violencia que sufren los habitantes de la región pacífico suroccidental de vuestro país y sabiendo del empeño de los obispos, sacerdotes, religiosos y laicos en la búsqueda incesante por constituir lazos de paz en la entera región, el Santo padre reitera su firme reprobación a estos episodios de violencia y manifiesta su cercanía a las personas que están en medio de tanto sufrimiento", indica la carta firmada por el Cardenal Pietro Parolin.
"Asimismo, Su Santidad Francisco eleva su oración al Señor y encomienda muy especialmente a su misericordia el eterno descanso de las víctimas, e invocando la maternal intercesión de la Santa Madre de Dios, les imparte de corazón la bendición apostólica", concluye la misiva con fecha del 29 marzo, y hecha pública este 9 de abril en el sitio web de la Conferencia Episcopal de Colombia.
A inicios de marzo, los obispos del Pacífico y Suroccidente colombiano se refirieron a "las realidades de incertidumbre, pobreza, dolor, muerte y desesperanza, generadas por la confluencia de situaciones de distinto orden que, lastimosamente, percibimos y denunciamos como cada vez más crecientes, tales como el narcotráfico, el incremento de grupos armados, la corrupción, la extorsión, la pérdida de fe y valores, la ineficiencia de amplios sectores públicos y privados y el maltrato a la casa común".