27 de marzo de 2004 / 11:04 AM
Al recibir a los participantes de un curso interno organizado por la Penitenciería Apostólica que preside el Cardenal Francis Stafford, el Papa Juan Pablo II destacó la necesidad de renovar la práctica de la Confesión en su frecuencia y su fervor.
“El horizonte del llamado universal a la santidad que he propuesto como camino pastoral de la Iglesia al inicio del tercer milenio, tiene en el Sacramento de la reconciliación una base decisiva”, dijo el Pontífice; al señalar que “jamás seremos los suficientemente santos como para no necesitar de esta purificación sacramental”.
“La humilde confesión –agregó- hecha con amor, suscita una pureza cada vez más delicada en el servicio de Dios y en las motivaciones que lo sostienen”.