En un nuevo gesto de solidaridad y cercanía con las víctimas del terremoto que sacudió la ciudad de L’Aquila, en el centro de Italia, el Papa Benedicto XVI envió centenares de huevos de pascua para los niños de la región.
El Pontífice envió una carta personal a los sobrevivientes del terremoto que ha dejado cerca de 300 muertos; la misma que fue leída el Viernes Santo por el Cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado, durante el funeral por las víctimas.
El Santo Padre autorizó además la celebración de la Misa de Exequias a pesar de ser Viernes Santo, día en que, por la muerte de Cristo, no pueden celebrarse Eucaristías, ni siquiera exequiales.