El comunicado del dicasterio vaticano señala que "luego del tifón Haiyan que, en el fin de semana, ha golpeado con extraordinaria vehemencia el territorio de Filipinas, en particular las islas de Leyte y Samar, causando - según los datos actuales, pero no todavía definitivos - más de 10 mil víctimas, el Santo Padre Francisco, a través del Pontificio Consejo Cor Unum, ha decidido enviar una primera contribución de 150 mil dólares para el socorro de la población".
Esta suma, indica el texto "que será repartida a través de la Iglesia local en las regiones más afectadas por la calamidad, será usada para ayudar a las obras de asistencia desarrolladas en favor de los damnificados y de las víctimas".
La ayuda, concluye el comunicado, "quiere ser una primera e inmediata expresión concreta de los sentimientos de espiritual cercanía y paterno aliento del Sumo Pontífice ante las personas y los territorios devastados por las inundaciones".