En el encuentro que sostuvo con sacerdotes, religiosos y religiosas en Trujillo, al norte de Perú, el Papa Francisco aseguró que le da "mucha pena" cuando ve "algún obispo, algún cura, alguna monja marchito".
"Y mucha más pena me da cuando veo seminaristas marchitos", señaló, en palabras improvisadas durante su mensaje.
"Esto es muy serio", advirtió el Santo Padre y pidió que "si ustedes ven que no pueden, por favor hablen antes de tiempo, antes de que sea tarde".