El Papa Francisco invitó a mirar la Iglesia "como la mira el Espíritu Santo", y no "como la mira el mundo".
Durante la Misa celebrada este domingo 31 de mayo en la Basílica de San Pedro del Vaticano por la Solemnidad de Pentecostés, rechazó que la Iglesia se divida en "derechas e izquierdas", en "conservadores y progresistas". Atribuyó esas divisiones a una visión mundana de la Iglesia y subrayó que, por medio del Espíritu Santo, "somos hijos de Dios".
El Pontífice centró su homilía en la dicotomía "diversidad-unidad", y explicó que "San Pablo insiste en juntar dos palabras que parecen contraponerse. Quiere indicarnos que el Espíritu Santo es la unidad que reúne a la diversidad; y que la Iglesia nació así: nosotros, diversos, unidos por el Espíritu Santo".