En su mensaje para la Cuaresma presentado esta mañana en el Vaticano, el Papa Benedicto XVI afirma que este tiempo de purificación y conversión a través del ayuno, la limosna y la oración, debe renovar en todos los fieles la gracia recibida en el Bautismo.
En el mensaje titulado "Con Cristo sois sepultados en el Bautismo, con él también habéis resucitado", el Papa se refiere a la íntima relación entre este sacramento que borra el pecado original y abre las puertas a la vida eterna, y la Cuaresma.
"El hecho de que en la mayoría de los casos el Bautismo se reciba en la infancia pone de relieve que se trata de un don de Dios: nadie merece la vida eterna con sus fuerzas", indica.