18 de noviembre de 2011 / 04:01 PM
En su discurso esta tarde (hora local) en la Catedral de Cotonou, el Papa Benedicto XVI destacó que la misericordia de Dios es infinita y es prueba también de la fidelidad divina a la alianza que ha hecho con cada bautizado.
En la Catedral Nuestra Señora de la Misericordia y ante obispos, sacerdotes, religiosos y fieles laicos, el Santo Padre resaltó que "la historia de la salvación, que culmina en la encarnación de Jesús y tiene su pleno cumplimiento en el misterio pascual, es una revelación conmovedora de la misericordia de Dios".
El Papa dijo que "la misericordia divina no consiste sólo en la remisión de nuestros pecados; consiste también en que Dios, nuestro Padre, a veces con dolor, tristeza o miedo por nuestra parte, nos devuelve al camino de la verdad y de la luz, porque no quiere que nos perdamos".