16 de noviembre de 2007 / 9:57 a. m.
Al recibir hoy en el Vaticano a un centenar de Superiores Generales de las Sociedades Misioneras de Vida Apostólica, el Papa Benedicto XVI destacó la “vitalidad perenne de la vocación misionera de la Iglesia” y señaló que uno de los signos prometedores de su renovación en los últimos tiempos es "el deseo creciente de muchos hombres y mujeres laicos de cooperar generosamente en la ‘missio ad gentes’”.
Al dirigirse a los Superiores Generales que participan en un encuentro promovido por la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, el Santo Padre señaló que “esta asamblea es un testimonio elocuente de la vitalidad perenne de la vocación misionera de la Iglesia y del espíritu de comunión que une a los miembros de vuestras sociedades con el Sucesor de Pedro".
En su alocución, el Pontífice recordó a los participantes del encuentro que “la comunión con los sucesores de los Apóstoles sigue siendo el criterio y la garantía de los frutos espirituales de toda actividad misionera”.
El Papa observó que uno de los signos prometedores de la renovación de la conciencia misionera de
Asimismo, el Papa agradeció a todos los misioneros que "hoy como en el pasado dejan sus familias y sus hogares con el único objetivo de proclamar
No obstante una cierta disminución "en el número de jóvenes atraídos por las sociedades misioneras" y "una consiguiente disminución en el alcance de su actividad", el anuncio de la misión "ad gentes", está "solo comenzando", aseguró el Papa.
Finalmente, Benedicto XVI animó a los presentes a “seguir fielmente los pasos de vuestros fundadores, renovando los carismas y la dedicación apostólica que habéis heredado de ellos".