12 de noviembre de 2013 / 11:10 AM
El Papa Francisco propuso durante la homilía de este martes en la Misa celebrada en la capilla de la Casa Santa Marta que confiemos en las manos de Dios como un niño se confía en las manos de su papá. El Pontífice reiteró que el Señor no nos abandona nunca y señaló que también cuando nos reprende, Dios no nos da una bofetada sino una caricia.
"Pensemos en las manos de Dios, que nos ha creado como un artesano, que nos ha dado la salud eterna. Son manos llagadas y nos acompañan en el camino de la vida. Confiémonos en las manos de Dios, como un niño se confía en las manos de su papá. ¡Esas son manos seguras!", señaló.
"Dios creó el hombre para la incorruptibilidad", pero "por la envidia del diablo ha entrado la muerte en el mundo". Durante su reflexión, el Pontífice se detuvo en la primera lectura, un pasaje del Libro de la Sabiduría que recuerda nuestra creación.