En el Libro de los Hechos de los Apóstoles, San Lucas "subraya la incompatibilidad de la fe en Cristo y la magia. Si eliges a Cristo no puedes recurrir a un mago: la fe implica un abandono confiado en las manos de un Dios confiable que se da a conocer no por medio de las prácticas ocultas, sino por medio de la revelación y del amor gratuito".
Además, el Papa advirtió que la práctica de la magia no es algo que pertenezca únicamente a épocas antiguas, y aseguró que sigue ocurriendo en las sociedades cristianas de hoy. "Yo os pregunto: ¿cuántos de vosotros van a que les hagan el tarot? ¿Cuántos de vosotros van a que el adivino les lea la mano o las cartas?".
"También hoy en las grandes ciudades cristianas practicantes hacen estas cosas. Ante la pregunta de que, ¿cómo es que si tú crees en Jesucristo vas al mago, al adivino y a toda esa gente?, responden: 'Yo creo en Jesucristo, pero por si acaso voy donde ellos'. Por favor: ¡La magia no es cristiana! Esas cosas que se hacen para adivinar el futuro o tantas cosas, o cambiar situaciones de la vida, no son cristiana. La gracia de Cristo te lo da todo: reza y confía en el Señor".