Añadió que "también era característico de Mons. Riesco la sonrisa, la alegría con que vivió las circunstancias cotidianas y ordinarias de la vida y de su cargo como Obispo durante muchos años".
"Hizo voto de vivir con alegría, hizo voto de alegría. Y me parece que hoy esto es una llamada a todos, a los cristianos y también a sus pastores, de acoger con la sonrisa siempre en los labios".
En cuanto a los motivos concretos que han llevado a reconocer al Obispo Riesco Carbajo hizo hincapié en "la heroicidad de las virtudes, de todas las virtudes. Se sabe que en el reconocimiento de la heroicidad de las virtudes se examinan las virtudes teologales, cada una de ellas, la fe, la esperanza, la caridad, y se destacó sobre todo en la fe y en la caridad para con el prójimo".
"También en las virtudes cardinales, la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza. Fue una persona muy austera consigo mismo. Después las virtudes anejas, la pobreza, unida mucho a la templanza, la obediencia en la fidelidad y la adhesión al magisterio de la Iglesia. Y también, la castidad. Esa sonrisa suya transparentaba el corazón virginal, no solamente la limpieza de cuerpo, o sea, la castidad, sino también la virginidad del corazón".