20 de enero de 2008 / 9:29 a. m.
En las palabras que pronunció este domingo durante el Ángelus asistido por una multitud en
El Pontífice recordó el inicio de la Semana de Oración para la Unidad de los Cristianos en la que “católicos, ortodoxos, anglicanos y protestantes, concientes de que sus divisiones constituyen un obstáculo a la acogida del Evangelio, imploran juntos al Señor”.
El Padre saludó la presencia en la plaza de los hijos e hijas espirituales del P. Paul Wattson, el sacerdote que 80 años atrás inició la práctica de los ocho días de oración. “Todos tenemos el deber de rezar y de actuar para la superación de toda división entre los cristianos, respondiendo al anhelo de Cristo ‘Ut unum sint’ (‘Que sean uno’)”, señaló el Papa; y agregó que “la oración, la conversión del corazón, el refuerzo de los vínculos de comunión forman la esencia de este movimiento espiritual, que deseamos que pronto pueda conducir a los discípulos de Cristo a la celebración común de la Eucaristía, manifestación de su plena unidad”.
Benedicto XVI exclamó: “¡No debemos jamás cansarnos de rezar por la unidad de los cristianos! Cuando Jesús durante