Luego de celebrar la Santa Misa del Bautismo del Señor en la Capilla Sixtina y bautizar a 26 niños, el Papa Francisco se asomó a la ventana del estudio del Palacio Pontificio para rezar el Ángelus.
El Santo Padre pidió hacer memoria del día en el que cada uno fue bautizado, y puso una tarea: que todos sepan el día y el lugar en el que fueron bautizados. "El Bautismo se recibe una sola vez, pero se testimonia todos los días, porque es vida nueva que hay que compartir y luz que hay que comunicar, especialmente a cuantos viven en condiciones no dignas del hombre y caminan sobre senderos tenebrosos".
Francisco habló también de cómo la acción del Espíritu Santo las tinieblas se disipan y la soberbia y la intolerancia dan paso a la mansedumbre y la humildad.