La Iglesia ortodoxa copta anunció el fallecimiento de Maggie Mo'men, una niña de apenas 10 años, que hoy se convirtió en la víctima más joven del ataque terrorista perpetrado el 11 de diciembre junto a la entrada de la catedral copta de San Marcos de El Cairo, capital de Egipto, y que dejó 27 muertos y cerca de 50 heridos.
Egiptian Streets informa que Maggie murió en el hospital después de sufrir lesiones mortales a causa de la explosión de un cinturón de explosivos en el interior de la iglesia copta de San Pedro y San Pablo, anexa a la catedral.
Según los funcionarios del hospital, Maggie resultó gravemente herida en la cabeza y estuvo en coma desde el ataque.