El Obispo de Cartagena y Arzobispo electo de Zaragoza, Mons. Manuel Ureña, afirmó que los padres son los principales transmisores de la cultura de la vida, la educación de los niños depende de ambos y la Iglesia y el Estado sólo pueden participar a petición de éstos.
Durante la clausura del 26º Simposio Internacional de Teología de la Universidad de Navarra, el Prelado señaló que “la educación de los hijos exige siempre de un padre y una madre”, porque a través de ambos el niño “toma conciencia de su identidad”.
“La familia es el lugar donde se cultiva la verdad y el bien, el sentido de justicia, el valor intangible de la vida, la solidaridad y el verdadero amor”, explicó Mons. Ureña.