El Papa Francisco habló ante las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático de Madagascar en el primer acto de su agenda oficial en la isla situada frente a las costas africanas, donde se encuentra de viaje apostólico desde ayer, viernes 6 de septiembre, después de dejar Mozambique.
En su discurso, pronunciado en el Palacio Presidencial de Iavoloha, en la capital Antananarivo, el Santo Padre puso en valor los esfuerzos democratizadores de Madagascar, pero pidió también un mayor esfuerzo en la lucha contra la corrupción y la degradación medioambiental, que arrastran a la población a una espiral de pobreza de la que resulta difícil salir.
"Es importante entonces crear empleos y actividades generadoras de ingresos, que preserven el medio ambiente y ayuden a las personas a salir de la pobreza. En otras palabras, no puede haber un planteamiento ecológico real y un trabajo concreto de salvaguardar el medio ambiente sin la integración de una justicia social que otorgue el derecho al destino común de los bienes de la tierra para las generaciones actuales, así como las futuras".