El Papa Benedicto XVI explicó esta mañana en la audiencia general que "Dios no se cansa nunca de nosotros" y que consuela siempre a las personas de sus tribulaciones a través de la oración.
En la catequesis que presidió ante miles de fieles en la Plaza de San Pedro, reflexionando sobre la oración de San Pablo, para quien rezar es "un encuentro verdadero y personal con Dios Padre, en Cristo, mediante el Espíritu Santo. En este encuentro entran en diálogo el 'sí' fiel de Dios y el 'amén' confiado de los creyentes".
Benedicto XVI ha explicado esta dinámica en su alocución, apoyándose en la segunda carta a los Corintios en la que el apóstol escribe: "bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación, que nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que también nosotros seamos capaces de consolar a los que se encuentran en cualquier tribulación".