"Dios es un Padre que consuela a sus hijos". Así lo aseguró el Papa Francisco en la Misa celebrada este martes 11 de diciembre en la Casa Santa Marta, en el Vaticano, durante una homilía en la que se centró en la lectura del Libro de Isaías.
Las primeras palabras de esa primera lectura del día dicen: "Consolad, consolad a mi pueblo, dice vuestro Dios", porque "ya ha satisfecho por su culpa".
El Santo Padre explicó que estas misteriosas palabras hablan del "consuelo de la salvación". "Hemos sido salvados por Cristo Resucitado, que en aquellos cuarenta días, con sus discípulos, hacía precisamente eso: consolar".