Tras el incidente, la Diócesis señaló que ya se implementaron medidas de seguridad en los terrenos de la parroquia y que esta última está cooperando con las fuerzas del orden para identificar a los posibles sospechosos.
El Obispo de El Paso, Mons. Mark Seitz, declaró que le entristecía "el daño que se hizo en San Pío X" y que "estas imágenes santas son importantes para nosotros porque sirven como señales y recordatorios de la cercanía de Dios y el cuidado de Dios por nosotros".
"Al mismo tiempo, reconocemos que estas son cosas que se pueden reparar y reemplazar. Agradecemos a Dios que nadie resultó herido físicamente en este violento arrebato, porque los seres humanos son las imágenes más hermosas e insustituibles de Dios. Rezamos para que quien haya realizado este acto sin sentido reciba la ayuda que necesita", finalizó Mons. Seitz.