30 de octubre de 2008 / 09:24 AM
Al recibir esta mañana las cartas credenciales de la nueva Embajadora de Canadá, Anne Leahy, el Papa Benedicto XVI destacó las raíces católicas de este país al tiempo que alertó sobre los desafíos actuales en los sectores de la defensa de la vida y la familia basada en el matrimonio natural; cuya defensa surge del ejercicio de la verdadera libertad.
En su discurso, el Santo Padre explicó como las raíces del catolicismo han calado en la sociedad canadiense. "Sin embargo, en nuestros días, se notan cambios profundos que son visibles en diversos ámbitos y a veces preocupan, hasta el punto de preguntarse si no significan una regresión en la concepción del ser humano. Esos cambios conciernen sobre todo a los sectores de la defensa y la promoción de la vida y de la familia basada en el matrimonio natural", advirtió.
Seguidamente el Pontífice destacó que, en ese contexto, "una cultura de la vida podría alimentar nuevamente el conjunto de la existencia personal y social de Canadá. Para ello, creo que es necesario definir de nuevo el sentido del ejercicio de la libertad, percibido cada vez más como un valor absoluto, un derecho intangible del individuo, ignorando la importancia de los orígenes divinos de la libertad y de su dimensión comunitaria".