13 de octubre de 2009 / 08:22 AM
Al finalizar las primeras Jornadas Sociales Católicas de Europa realizadas en Danzika, Polonia, promovidas por las Comisiones de los Episcopados de la Comunidad Europea (COMECE), los participantes resaltaron la necesidad de defender la vida y la familia, luchar contra la pobreza en solidaridad con el resto del mundo y trabajar por la construcción de la paz y la justicia en el Viejo Continente.
Al hablar de la solidaridad económica y la importancia de la democracia, el mensaje final tras este evento resalta la urgencia de respetar "la dignidad inalienable de la vida humana, desde la concepción hasta la muerte natural" así como la del "extranjero que toca a nuestra puerta y en la de las futuras generaciones".
Refiriéndose luego a la solidaridad, el texto alienta a "no tener miedo: la solidaridad es nuestro futuro común. La unidad de Europa era el sueño de algunos y se ha convertido en una esperanza para muchos. Hoy nuestro deber es hacer que se continúe al servicio de una solidaridad global", de manera especial con África.