Durante la Misa matutina en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco continuó sus reflexiones sobre el papel del Espíritu Santo en la vida del cristiano para señalar que es el Paráclito quien da las fuerzas para soportar las persecuciones, sean grandes como las que pueden costar la vida, o pequeñas como las habladurías y las críticas.
El Pontífice recordó que estamos cercanos a Pentecostés y las lecturas se refieren más al Espíritu Santo, como el Evangelio de este lunes que habla de un doble testimonio: aquel del Paráclito que nos da el testimonio de Jesús y de nuestro testimonio.
Nosotros somos testigos del Señor con la fuerza del Espíritu, afirmó el Papa. Recordó que Cristo invita a los discípulos a no escandalizarse, porque el testimonio lleva consigo las persecuciones; desde las "pequeñas persecuciones de las habladurías" y las críticas, a aquellas grandes, de las cuales "la historia de la Iglesia está llena, que lleva a los cristianos a la cárcel o los lleva incluso a dar la vida".