El Papa Francisco tuvo este lunes un encuentro con los trabajadores de la Santa Sede, a quienes agradeció por la labor que realizan al servicio de la Iglesia y los llamó a cuidar de la vida familiar y espiritual, así como evitar que la Navidad se convierte en una fiesta de consumo; asimismo, los invitó a reflexionar sobre el discurso que horas antes dirigió a la Curia Vaticana.
Francisco dedicó unas palabras a los trabajadores italianos, que ''durante toda la historia de la Iglesia y de la Curia Romana han trabajado habitualmente con ánimo generoso y fiel, poniendo al servicio de la Santa Sede y del Sucesor de Pedro, su singular laboriosidad y su devoción filial, sosteniendo a los grandes santos, Papas, mártires, misioneros y artistas que ninguna sombra podrá empañar jamás''.
Luego se refirió a los trabajadores provenientes de otros países ''que trabajan generosamente lejos de su Patria y de sus familias, y que representan para la Curia el rostro de la Catolicidad de la Iglesia''.