En la Audiencia General de este miércoles en el Aula Pablo VI, el Papa Benedicto XVI señaló que "iniciamos hoy, Miércoles de Ceniza, el camino cuaresmal, que dura cuarenta días y que nos conduce a la alegría de la Pascua del Señor" y explicó que este tiempo es un especial camino de conversión a Cristo que "es el camino por el que todos estamos llamados a caminar en la vida".
Recordando la fórmula "Convertíos y creed en el Evangelio" de la imposición de las cenizas, el Santo Padre afirmó que "convertirse significa cambiar dirección en el camino de la vida. Es ir contracorriente, donde la ‘corriente’ es el estilo de vida superficial, incoherente e ilusoria, que a menudo nos arrastra, nos domina y nos hace esclavos del mal o prisioneros de la mediocridad moral".
Sin embargo, prosiguió, "con la conversión se tiende a la medida más alta de la vida cristiana, se confía en el Evangelio vivo y personal, que es Jesucristo. Su persona es la meta final y el sentido profundo de la conversión, es el camino por el que todos estamos llamados a caminar en la vida, dejándonos iluminar por su luz y sostener por su fuerza que mueve nuestros pasos".