El cuadro de la Virgen del Rosario de Pompeya fue trasladado a San Giovanni Rotondo (Italia) con ocasión de las celebraciones del primer centenario del momento en que el Padre Pío recibió los estigmas.

La imagen mariana llegó a San Giovanni Rotondo el 16 de noviembre y permaneció hasta este domingo 25, fiesta de Cristo Rey, y en la que se celebró una Misa en la iglesia de San Pío de Pietrelcina presidida por el ministro provincial, P. Maurizio Placentino.

Al finalizar la Eucaristía, la reliquia del cuerpo de San Pío fue trasladada a la iglesia de Santa María de las Gracias. Asimismo, en la tarde el cuadro de la Virgen del Rosario también regresó al santuario mariano.

Como se sabe, la presencia de la Virgen María fue importante durante la vida del Padre Pío. "Me siento como una barca a vela, empujado por la respiración de la Madre Celeste", afirmó el santo italiano.

Junto al cuadro también peregrinó la rosa prodigiosa donada por el Padre Pío a la Virgen del Santuario de Pompeya dos días antes de su muerte.

Esta rosa tiene una historia particular que empezó el 20 de septiembre de 1968, durante el 50 aniversario de los estigmas del Padre Pío, cuando un fiel le regaló un ramo de rosas rojas al santo y este pidió que una de las flores fuera llevada a la Virgen de Pompeya.

Una monja la colocó ante el cuadro de la Virgen la rosa. Tres días después, cuando el Padre Pío ya había fallecido, la religiosa limpiaba las flores ante el cuadro y descubrió que esa rosa estaba todavía fresca y desde ese momento la colocaron en un relicario.