El Presidente Rafael Correa arremetió de nuevo contra la Iglesia Católica. Esta vez llamó a los jóvenes ecuatorianos a no dejarse catequizar por quienes quieren dejar el país "en las tinieblas", en alusión a la campaña de los obispos nacionales por un voto responsable en el próximo referéndum sobre el polémico proyecto de nueva Constitución Política.
Al inaugurar un programa gubernamental para jóvenes, Correa aseguró que su proyecto "es la última oportunidad de un cambio pacífico en el Ecuador, de un cambio democrático, constitucional y (sin embargo) hay gente que nos quiere dejar en el pasado".
Aunque sus más estrechos colaboradores han pedido a los obispos "bajar el tono" de la confrontación, Correa atacó a los prelados que anunciaron la realización de catequesis en las parroquias para orientar a los feligreses sobre los contenidos de la nueva Constitución que son elementos irreconciliables con la fe católica.