Neydy Casillas, asesora jurídica de la Alliance Defending Freedom (ADF), denunció que la abiertamente pro-gay Convención Interamericana contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación e Intolerancia, aprobada en la 43º Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), atenta contra la libertad religiosa y la libertad de expresión.

En el evento de la OEA, que se realizó del 3 al 6 de junio en Guatemala, la lucha de los defensores de la vida y la familia se enfocó en que los países latinoamericanos no firmaran la convención que, al ser vinculante, obligaría a los suscriptores a aprobar el mal llamado "matrimonio" homosexual.

En declaraciones a ACI Prensa, Neydy Casillas advirtió que "este documento va en contra de la libertad de religión, va en contra de la libertad de expresión. De hecho, Estados Unidos, que es el país más pro-gay que pueda existir, hace una nota al pie y dice que no está de acuerdo con la convención porque va a ir en contra de la libertad de expresión".

"Canadá igual se reservó ante el documento", señaló.

El documento de la OEA, indicó Casillas, "deja a los homosexuales como ciudadanos VIP y a todos los demás nos dejan como ciudadanos de segunda".

La convención, advirtió, "considera intolerante cualquier expresión en contra de la homosexualidad, y no de la persona sino del comportamiento homosexual".

La asesora jurídica de ADF indicó que en Estados Unidos y Europa ya desde antes de que se presente esta convención ni ninguna ley que respalde este actuar, "estamos enfrentando casos en los que a los pastores y sacerdotes se les encarcela por hacer un comentario en contra de la homosexualidad o del comportamiento homosexual".

"Tenemos casos en que a los padres se les ha quitado a sus hijos porque les hablan que la homosexualidad es un comportamiento antinatural", denunció.

Casillas advirtió que "si eso está pasando sin ninguna ley que lo respalde, imagínate a donde se está llevando" con esta convención, que particularmente afecta "a los latinos, porque esto es algo que nada más se lo metieron a los países latinoamericanos".

"Gracias a Dios hicimos una labor tremenda y pudimos parar que muchos países firmaran la convención. Pero me preocupa que la convención está abierta para que todo el mundo lo firme", dijo.

La jurista señaló que la urgencia de "despertar la conciencia" en los países latinoamericanos sobre "lo que esto significa".

"La gente piensa que el tema del matrimonio homosexual no es tan dañino, tan malo como parece, que los dejen casarse y no pasa nada. Pero no ven el impacto que puede tener para los derechos de las demás personas", explicó.

Casillas lamentó que la Convención pro-gay haya sido firmada por "Costa Rica, que hasta el día de hoy había sido totalmente conservador, que protegía la vida".

Otros países que estamparon sus firmas en el documento fueron Ecuador, Uruguay, Brasil y Argentina, "que fueron quienes la impulsaron", así como Antigua y Barbuda.

Tras ser firmada la Convención, esta deberá ser ratificada por el Congreso de cada país, luego de lo cual se hará efectivamente vinculante.

La integrante de la Alliance Defending Freedom remarcó además la gravedad que todos estos temas a favor del lobby gay y del aborto "que no han pasado por las Naciones Unidas están pasando en la OEA".

Casillas señaló que el texto de la Convención pro-gay habla "de que no se puede discriminar a las personas por orientación sexual, identidad y expresión de género", términos "que en las Naciones Unidas causan demasiado conflicto, demasiada controversia y que en la mayoría de las resoluciones no pasan".

La defensora de la familia criticó la ambigüedad de términos como "orientación sexual", que ha llevado al lobby gay a que digan ahora "que ya no son nada más LGTB (lesbianas, gay, transexuales y bisexuales), sino que ahora son también 'i' de 'intersex', 'intergender', 'queer', y tantas categorías más que hasta ellos se equivocaban al decir los inventos que se están haciendo".

Neydy Casillas pidió a quienes defienden la vida y la familia "estar muy de cerca con las autoridades, porque cualquier persona que es afín a nuestros temas o es neutra a nuestros temas, si ve las consecuencias que tiene esta convención se escandaliza", pues claramente "reprime la libertad de expresión, de religión, de conciencia, de propiedad, todo".