El Consejo de Estado de Francia dictaminó el lunes 18 de mayo que la prohibición de las reuniones religiosas en el país responde desproporcionadamente a la pandemia de coronavirus, y ordenó al Gobierno que se restituyan en un periodo de ocho días.
Las reuniones religiosas han estado prohibidas en el país durante ocho semanas, desde que se activó la cuarentena para frenar la propagación de la pandemia de coronavirus. Con excepción de los funerales, la prohibición de las reuniones religiosas en interiores se incluyó dentro de las políticas para salir del confinamiento del 11 de mayo, incluso mientras se permitieron pequeñas reuniones en otros lugares públicos.
El Consejo de Estado dictaminó el 18 de mayo que, dado que se permiten reuniones de menos de 10 personas en otros lugares, "la prohibición general y absoluta [sobre reuniones religiosas] es desproporcionada... y, por lo tanto, constituye una violación grave y manifiesta de la libertad de culto".