Unos dos mil indigentes se unieron a las Misioneras de la Caridad, líderes de estado, cardenales, obispos, sacerdotes, religiosos y peregrinos que llegaron de todo el mundo para participar en la Misa de Beatificación de la Madre Teresa de Calcuta, una de las más multitudinarias de la historia de la Iglesia. En la fachada principal de la Basílica de San Pedro se descubrió un retrato gigante de la nueva beata, en la que luce sonriente, y con las manos unidas en oración, ante los más de 300 mil participantes, que colmaron la Plaza de San Pedro - adornada por 50 mil flores multicolores - y los alrededores.
Después de proclamarla beata, el Papa recibió una reliquia de la Madre Teresa y un grupo de jóvenes indias bailó la danza Arati ante el Pontífice.
Entre los asistentes, destacaron la sucesora de la Madre Teresa, Sor Nirmala Joshi, y Mónica Besra, la protagonista de la curación milagrosa que permitió la beatificación de la religiosa.