La Diócesis de Roma ha adoptado una serie de medidas para evitar posibles contagios del coronavirus COVID-19 entre fieles durante la celebración de la Misa.
Las medidas adoptadas, anunciadas por el Vicario de la Diócesis, Cardenal Angelo De Donatis, suponen, principalmente, no dar la paz y recibir la Comunión en la mano, además de dejar secas las pilas de agua bendita.
Estas medidas están destinadas a evitar nuevos contagios de COVID-19, que ya se han producido en la ciudad de Roma y en la región del Lazio. En el conjunto de Italia, el número de contagiados asciende ya a más de 2000.