El Papa Benedicto XVI expresó su profunda preocupación por la situación de Siria, anunció que ha enviado una delegación del Vaticano y alentó a la comunidad internacional a trabajar por la paz antes de que sea "demasiado tarde".
Al final de la audiencia general de este miércoles en la Plaza de San Pedro, el Papa señaló que "sigo con particular atención la trágica situación de violencia en Siria, donde no se detiene el fragor de las armas, y cada día aumenta el número de las víctimas y el terrible sufrimiento de la población, en particular de cuantos han debido dejar sus casas".
"Mi deseo era enviar a Damasco una Delegación de Padres Sinodales para manifestar a la población de Siria mi solidaridad, y la de toda la Iglesia, y mi cercanía espiritual a las comunidades cristianas del país".