El Gobierno de Egipto clausuró en este mes de octubre dos iglesias coptas "por motivos de seguridad" ante la amenaza de atentados yihadistas.
Sin embargo, responsables de la diócesis copta de Minya, en cuyo territorio se encuentran los dos templos, mostraron en un comunicado oficial sus dudas sobre los verdaderos motivos por los que se ha producido ese "cierre provisional".
"Hemos permanecido callados a lo largo de dos semanas tras el cierre de la primera iglesia, pero vemos que nuestro silencio solo ha conseguido empeorar la situación. Parece que la oración de los coptos resulta un crimen que debe ser castigado", lamentan los responsables de la Diócesis en el comunicado.