25 de enero de 2022 / 07:30 PM
La comunidad de la parroquia de Nuestra Señora del Carmen, en la localidad Mieze (Mozambique), ha tallado un crucifijo de madera ante el que se reza en memoria de las víctimas de las masacres perpetradas por los terroristas islámicos desde el 2017.
Los cristianos que viven en la localidad de Mieze, al oeste de la Diócesis de Pemba, provincia de Cabo Delgado, tallaron la cruz con madera quemada de la casa de un cristiano, y además han creado lugares especiales para la oración.
"La cruz se hizo con la madera quemada de la casa de un cristiano y el Cristo está roto en pedazos porque queremos recordar la situación de tantas personas, tantos hombres, mujeres y niños que han sido descuartizados", explicó el P. Edegard Silva, un misionero saletino brasileño radicado en Cabo Delgado.