Es verdad, existe la paternidad espiritual, de quienes se consagran a Dios, la maternidad espiritual. Pero quienes viven en el mundo, se casan, piensen a tener hijos, a dar la vida, porque serán ellos quienes te cerrarán los ojos, tomarán de ti para el futuro, y también si no pueden tener hijos piensen en la adopción. ¿Es un riesgo? Si, tener hijos siempre es un riesgo, sea natural o de adopción, pero es más riesgoso no tenerlos, negar la paternidad, negar la maternidad, sea la real, sea la espiritual, pero negar. Un hombre, una mujer, que no desarrolla el sentido de la paternidad, de la maternidad, le falta algo, algo principal, algo importante. Piensen en esto por favor.
Deseo que las instituciones estén siempre listas para ayudar en este sentido de la adopción, vigilando con seriedad, pero también simplificando el procedimiento necesario para que se pueda cumplir el sueño de tantos pequeños que necesitan una familia, y de tantos esposos que desean donarse en el amor.
Hace un tiempo escuché el testimonio de una persona, de un doctor importante en su tarea, no tenía hijos, con su esposa decidieron adoptar uno. Cuando llegó el momento, le ofrecieron uno, le dijeron: 'no sabemos cómo será la salud, quizá puede tener alguna enfermedad'. Lo había visto. Él dijo: 'si usted me decía esto antes de entrar y verlo, habría dicho que no, pero lo he visto, me lo llevo'. Este es el deseo de ser padre, de ser madre, en la adopción también. No tengan miedo de esto.
Rezo para que nadie se sienta privado de un vínculo de amor paterno. Quienes están enfermos de orfandad que vayan hacia adelante sin este feo sentimiento. Que San José pueda ejercer su protección y su ayuda sobre los huérfanos; e interceda por las parejas que desean tener un hijo. Por ello, recemos juntos: